“Querida familia, nos encontramos aquí en un proceso maravilloso que nos dio la vida, lleno de oportunidades de crecimiento, reflexión y de aprendizaje ¿Cuántas veces hemos mirado hacia adentro o hacia atrás y nos hemos preguntado qué queremos ser y hacer realmente en este mundo? La vorágine de la vida muchas veces no nos permite darnos un segundo de pausa para cuestionarnos en qué estamos y, más importante aún, para dónde queremos ir.

 

Hoy nos encontramos aquí, en un momento de análisis fundamental en el cual podemos proponernos cosas asombrosas ¿Cuántas veces se han preguntado de qué manera somos capaces de llevar nuestra cuchara a la boca sin derramar, retirando todo el alimento, sintiendo cada sabor, temperatura y textura, digiriendo el alimento hasta volver a introducir la cuchara al plato y rescatar nuevamente la comida? ¿Han pensado de qué manera somos capaces de ver los colores de lo que comemos, saber cómo fueron producidos, saber de qué manera podemos llamarlos y cuál es una deliciosa manera de cocinarlos? Cada etapa y proceso recién mencionado resulta ser de una exquisita organización de sistemas, órganos, funciones y experiencias, las cuales sólo pueden trabajar en coordinación del entorno que los estimule. Dado que es tan rápido para nuestros ojos es difícil detenernos a observa y analizar. Pues bien, aquí vamos, esto es la labor de ustedes como familia con nuestros hijos e hijas, los cuales están en proceso de desarrollo. Ellos nos invitan día a día a presenciar con lujo de detalles lo que está sucediendo en nuestra anatomía y fisiología.

 

Si, es verdad, debemos mencionar que dichos procesos a veces se toman su tiempo. Sí, también a veces actúan de manera diferente. Y sí, incluso hay veces que simplemente no querrán aparecer. Entonces, esto es algo que podemos decir es parte de la diversidad de nuestra especie y que también tantas otras tienen, pero no nos llaman tanto la atención. El asunto está en la óptica, cómo vemos, qué es lo que vemos, cómo miramos y con qué lo miramos.

 

Es fundamental entender que dichos procesos son vividos de diversas formas las cuales están igualmente condicionadas por el contexto que cada uno se encuentre viviendo. Si nos encontramos estresados por ejemplo, será difícil hallar las oportunidades que tenemos cuando debemos guardar los juguetes con nuestro hijo (podemos desarrollar habilidades de seguimiento de instrucciones, manejo de vocabulario, atención conjunta, motricidad fina, etc.) o el cepillado de dientes de nuestra hija (vocabulario, coordinación óculo- manual, estimulación sensorial, motricidad oro- facial, etc.). Todo está en la disposición y tiempo que le damos, por ejemplo, a nuestra rutina.

 

Es por todo lo anterior, que mi invitación no es a desconocer nuestras dificultades ni a ignorar nuestros requerimientos (ej. asuntos médicos, los necesitamos si están indicados). Tampoco a creer que todo nos resultará fácil ni menos a que todos los objetivos serán realizables. Mi invitación es a disfrutar de cada proceso, acompañarse siempre ante cada necesidad, abrazarnos con nuestros logros, acariciarnos con nuestros desafíos y, por sobre todo, amarnos como somos porque todo lo que somos nos permite crecer en la grandeza que merecemos”.

Yerka neva Fabianovich Beltrami
Fonoaudióloga
@apoyamor