Invito a todas las madres,
los padres y cuidadores
a conectar con amor y sensibilidad con sus niñes.
En pleno siglo XXI, aún es común oír, déjalo que llore se va a tranquilizar sólo, un grito para enseñarle que debe obedecer está bien, un par de palmadas bien dadas y todo solucionado… y así suma y sigue todo lo que sabemos acerca castigos físicos, psicológicos y la amplia gama de vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Las siguientes líneas son una invitación a re- pensar el trato que estamos entregamos a nuestros niños, niñas y adolescentes cotidianamente, en la rutina familiar o como cuidadores.
Desde un enfoque positivo, se propone un trato con dignidad y respeto hacia ellas y ellos, sin embargo, te preguntarás ¿Qué significa esto?
Jane Nelsen, en su libro (Jane Nelsen. (2001). Disciplina Positiva. Mexico: Ediciones Ruz.) Disciplina positiva, indica que “…meceren la oportunidad de desarrollar las habilidades de vida necesarias en un ambiente de cordialidad y firmeza, y no en una atmósfera de culpa, vergüenza y dolor”
También menciona “…que eliminar el castigo no significa permitirles hacer cualquier cosa que deseen” (Jane Nelsen. (2001). Disciplina Positiva. Mexico: Ediciones Ruz.)
En este sentido, podríamos pensar ¿Cómo continuar sin eliminar los castigos, golpes o gritos? Permíteme decir que es un camino, que tiene muchos elementos y que como tantos asuntos en la vida, comienza por ti. Por tus ganas de querer lo mejor para ti y las niñas y los niños que cuidas. Por tu propio cuidado, una mirada hacia tu interior y hacia lo que ha sido de ti hasta llegar hasta éste preciso instante. Y por qué no decirlo, conectarnos con lo placentero de la vida, incluyendo la manera en que queremos criar.
Porque es preciso el autoconocimiento y el propio cuidado para criar de manera respetuosa o ¿De qué manera cuidamos de otros si no nos cuidamos a nosotras mismas? ¿De qué manera amamos a otros si no somos capaces de amarnos?
Desde esta perspectiva, me gustaría mostrarles un concepto de crianza respetuosa en un sentido más amplio “Una crianza respetuosa es un estilo de crianza que busca sintonizar con las necesidades de los hijos e hijas, de otros y nuestros, teniendo como base el respeto de las características del desarrollo y de los derechos humanos. Requiere conexión con uno mismo, con los hijos y con la sociedad.” (Blanca García, 2018)
Criamos en conjunto, criamos en conexión, criamos en torno a las necesidades individuales no a unas reglas o a una receta. Criamos observando y escuchando, sintiendo a nuestras crías, volviéndonos aprendices y maestras.
Además, este concepto incluye, “Constituyendo una suma de autoconocimiento, redes de apoyo, amor, firmeza, empatía y continuo aprendizaje. Caminar hacia una crianza respetuosa promueve sensibilidad en nuestras respuestas, favorece el buen trato, propicio apego seguro y cultiva sanos lazos emocionales” (Blanca García, 2018)
Sin duda, al mirar este concepto de crianza respetuosa, podemos visualizar que no existe solo un tipo de crianza respetuosa, sino más bien podríamos hablar de crianzas respetuosas, en respeto y coherencia con las características particulares de cada niña y niño como también las de cada padre, madre, cuidador o cuidadora. Y así con los potenciales que cada uno posee. Como, por ejemplo, algunos podemos ser más hábiles con las palabras, otros con demostrar afecto a través del contacto, algunas pueden tener más paz-ciencia, otros tendrán que respirar profundo, algunos serán más hábiles para organizar, otras tendrán mejor sentido del humor. Sin embargo, estas características son las que enriquecen las crianzas y proporcionan diversidad a estas.
Múltiples elementos acompañan las crianzas respetuosas, algunos posibles de mencionar teniendo en cuenta la extensión de este ensayo y que podrían suscitar interés de profundizar son: conocer, informarse acerca de la etapa de desarrollo en que se encuentra tu niño o niña, haciendo posible la conexión y respuesta sensible adecuada a la edad del niño o niña. Conocer el funcionamiento del cerebro en cuanto a las respuestas al estrés y los daños que éste provoca, dando cabida a la expresión de las emociones, de todas ellas sin discriminarlas por buenas o malas. Además, y por último una herramienta de disciplina positiva que se utilizan en contextos grupales, y que sin embargo puede ser utilizada como faro, para iluminar nuestras crianzas, es confeccionar dos listas: una que contenga todos los desafíos a los que te enfrentas en el presente con respecto a tu hijo o hija y otra lista con las características que esperas desarrollar con tu estilo actual de crianza. Una vez que tengas ambas listas, te invito a preguntarte si lo que estás haciendo en el presente contribuirá a desarrollar las características descritas en la segunda lista, en tu hijo o hija, en el futuro.
Criar con respeto, es contribuir a un mundo con personas emocionalmente sanas, libres, plenas tanto para el presente como para su propio futuro.
Marisa Salinas Binelli
Profesora Ed. General Básica
Educadora de familias Disciplina Positiva
Diplomado “Promoción de crianza respetuosa y buenos tratos a la niñez
Emprendedora
Madre de Martin, Ignacia y Bruno (mi ángel)
Bibliografia
- Blanca García. 2018. ¿Qué es crianza respetuosa? Lecturas complementarias Diplomado “Promoción de crianza respetuosa y buenos tratos a la niñez”, www.crianzaenflor.cl. 2020
- Diplomado “Promoción de crianza respetuosa y buenos tratos a la niñez”, www.crianzaenflor.cl. 2020
- Jane Nelsen. (2001). Disciplina Positiva. Mexico: Ediciones Ruz